Controlar estas perturbaciones puede ser complicado, pero vale la pena intentar con una serie de ejercicios que ayudan a disminuir los síntomas, otorgan calma y relajación a nuestro cuerpo, al eliminar la tensión muscular y mental que nos perturba a diario.
A continuación te presentamos una serie de recomendaciones para evitar la aparición de estos trastornos.
1- Ejercitate
Cuando el cuerpo comienza a realizar actividad física aumenta el nivel de endorfinas, hormonas que permite sentir alegría, bienestar y actúan en contra del la sensación de dolor.
Existen distintos tipos de ejercicios para cada persona, de acuerdo a sus características física y estilo de vida, aunque siempre se recomienda tener un programa adecuado recetado por un médico o un personal trainer.
2- Formas alternativas de manejo del estrés
Hay muchas formas de enfrentar y equilibrar el estrés; las más comunes son la meditación, yoga, ejercicio, etc. Pero también existen formas alternativas de manejarlo. Por ejemplo, los “health journeys” (viajes internos en pro de la salud); esto consiste en una poderosa técnica de control mental enofacada la imaginación. Puede ser algo tan sencillo como un surfer ensoñando, antes de ponerse en acción, la sensación que podría experimentar al deslizarse sobre su tabla a través de una gran ola. O puede ser tan complejo como imaginar el zumbido que producirían miles de celulas del sistema inmunológico en una misión de búsqueda y destrucción de células cancerosas.
Otro de estos métodos alternativos es la “relajación progresiva”. El objetivo de éste es que uno aprenda a controlar por completo a relajar todos los músculos del cuerpo, por medio del entendimiento y discriminación resultantes de la tensión y relajación. Con esto esto se puede eliminar las contracturas musculares y experimentar una sensación de relajación profunda.
Si practicás alguno de éstos, serás capaz de enfrentar con tranquilidad los obstáculos que te pone la vida. No importa cuál de ellas realicés, ya que lo fundamental es la voluntad y el compromiso.
3- Comunicar emociones
En la vida es fundamental contar con los amigos y la familia en quienes puedas confiar cuando necesités contar algún problema o expresar una inquietud.
Al mismo tiempo, expresar los sentimientos o pensamientos difíciles te quitarán un peso de encima y tu estado anímico mejorará notablemente.
4- Comprometete con un grupo
Mantenerse ocupado y enfocar tu energía en alguna actividad propositiva es primordial para no dejarse abatir por la depresión y la ansiedad.
Estar al mando de un grupo de personas para realizar actividad física, social o administrativa, es una buena opción, ya que preocuparse del medio ambiente o de la salud de la gente es una motivación para luchar por algo y tener resultados satisfactorios.
5- Escribí
Para subir el ánimo no hay nada mejor que expresar los sentimientos y emociones. Si sos desconfiado o no hay nadie cerca a quien puedas recurrir para contar lo que te aqueja, tomá un cuaderno o diario y comenzá a escribir, es una buena manera de liberar los pensamientos negativos.
6- Alcanzar la tranquilidad espiritual
Un método para luchar contra la depresión y la ansiedad es pasar tiempo en contacto con la naturaleza, meditar, orar o refugiarse en un ambiente religioso. Estas actividades te permitirán conectarte con algo en concreto y canalizar tus problemas o tristezas para encontrar consuelo y tranquilidad.
7- Descubrí qué te hace feliz
¿Qué es lo que te motiva día a día para cumplir con tus objetivos? Esto es lo que debés preguntarte y sobre todo si sentís que comenzás a deprimirte o llegas a sentirte ansioso.
Existen diferentes actividades que pueden ayudarte a mejorar el estado de ánimo. Podés poner en práctica actividades que te den placer, como un hobbie.
Si no estás muy seguro de qué es lo que más te gusta y da satisfacción en la vida, intentá con diferentes actividades, desde deportes, juegos de mesa, de destreza o de agilidad mental. También podés inclinarte por actividades artísticas como talleres de dibujo; si te gusta la música, podés hacer un esfuerzo por integrarte a la vida cultural de tu comunidad; planeá rutas de museos y bazares culturales.
Quizá lo tuyo sea la comida, y en tal caso existe la opción del mundo gourmet. Podés inscribirte a catas, cursos de cocina, de coctelería, etc.
La florería y jardinería también son recomendadas como terapia para la relajación.
8- Ayudá al otro
Inscribirte a un voluntariado es una forma adecuada para encausar tus sentimientos hacia algo positivo, y elevar el autoestima. Esto es porque este tipo de actividades ayuda a comprender y aprender nuevos valores. Ayudar a los demás conlleva una sensación de bienestar física, emocional e intelectual.
9- Aprendé a pasar el tiempo con vos mismo
Cuando sientas ansiedad o depresión es primordial que te enfoques en hacer algo que te haga sentir mejor. Algunas ideas pueden ser pagar por buen un masaje de relajación, ver una película o darle seguimiento a una serie televisiva, pasear por el parque junto a tu mascota, disfrutar de una comida, o bien, interesarte por la lectura.
10- Adoptá una mascota
Al comienzo puede ser un trabajo más en tu vida, pero adoptar una mascota puede ayudar a que te sientas acompañado, enfocando toda la atención hacia él. Los animales proporcionan amor incondicional siempre, y pueden ser útiles en momentos depresivos.
11- Tomá nota de tus actividades
Es recomendable que lleves un registro de todas las actividades que realizás a lo largo del día. Esto te ayudará a darte cuenta de que todo lo que hacés conlleva valores positivos y negativos.
Darte cuenta de la diferencia es importante para valorar los buenos momentos del día y hacer un esfuerzo por cambiar lo negativo.
12- El sentido del humor
Es esencial que siempre mantengas el buen sentido del humor, porque esta acción es terapéutica. Reír hace que tu ánimo aumente y tengas una perspectiva de la vida más sencilla, sin agobiarte por problemas o situaciones desagradables.