Uno de los tesoros más preciados que tenemos las mujeres es nuestro cabello. Qué no daríamos para tener una melena sana, con un color divino y un brillo envidiable. Sea un pelo lacio, con rulos, largo, corto… pero que sea divino.
Para que tu cabellos se vea luminoso y radiante hay que cuidarlo, y no hace falta dejar un dineral en el salón de belleza. Con algunos tips a la hora de lavar el pelo, se puede lograr el objetivo.
El miedo a usar shampoo todos los días: no tiene nada de malo que laves tu pelo todos los días. Sin embargo, si lo empieces a notar quebradizo es mejor no hacerlo tan seguido; te darás cuenta de esto si notas que tienes muchas puntas abiertas. También hay que tener en cuenta el proceso de mojado, secado y peinado que pueden quitar la humectación natural de tu cabello, por eso: 1) Lávalo diariamente: si tienes pelo graso, si vives en una ciudad contaminada o en un ambiente húmedo y/o haces ejercicio todos los días. 2) Lávalo día por medio si tu pelo es normal o mixto (con puntas secas y raíces grasas). 3) Lávalo de vez en cuando si tu cabellos es seco (incluyendo los rizos o con tintura) o si vives en un ambiente rural y/o con un clima seco.
No es malo usar demasiado shampoo siempre y cuando lo enjuagues completamente y no queden restos del mismo. Lo normal sería utilizar un cuarto de una cuchara sopera, pero obviamente que hay que tener en cuenta la longitud de tu cabello. La espuma puede resecarlo un poco, pero no es grave ya que sólo está unos pocos minutos en tu cabeza.
Uno de los temas más importantes es el agua. La temperatura debe ser tibia, lo que hará la espuma suficiente y también ayudará a quitar todo hasta que quede totalmente limpio. Es altamente recomendable evitar el agua muy caliente porque puede debilitar tu cabello. Y el enjuagado final hazlo con agua fría, que ayuda a fijar los ingredientes útiles, para que el mismo se vea más sano y brillante.
Aunque una botella de shampoo tiene un margen de vida de dos a tres años, uno que haya pasado esa fecha no dañará tu cabello, pero tampoco cumplirá con su objetivo. Si ves que el shampoo se separa o cambia su color u olor, es hora de cambiarlo.
Muchas veces conseguimos que el shampoo nos deje el pelo divino y usamos el mismo por años, pero a veces deja de funcionar. Muchas piensan que el productor deja de funcionar de repente, pero no es el shampoo el que cambia, sino que es la superficie de tu cabello la que es diferente. La clave está en tus uñas, si ves que están quebradizas o se descarapelan es que se trata de una pérdida de agua en tus células y en tus tejidos. Por lo que debes dejar ese shampoo con aceites ya que tu cabello se verá más seco que nunca. Cámbialo por uno que te humecte.
Por último, el acondicionador cumple un rol fundamental ya que termina el trabajo que el shampoo inició, ya que deja el cabello más manejable y repara los problemas como puntas abiertas. Sólo hay que encontrar el adecuado para cada una y se darán cuenta vean que su melena está perfectamente acondicionado, mejor cuidado y brillante.
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