Las madres que
trabajan acumulan un monto de emociones negativas, debido a la gran presión que
existe sobre ellas. La necesidad de
generar ingresos económicos ha hecho que muchas sientan que no están cumpliendo
con su maternidad del todo. Por esta razón es primordial comprender que estos
sentimientos y pensamientos solo están en tu mente. Eres más valiosa de lo que tú
misma crees y tienes que convencerte de ello.
Tienes en tu mente un
montón de tareas por cumplir, fuera y dentro de tu hogar. Por esta razón tu angustia no termina a lo largo de
cada uno de tus días. A esto se le suman algunos pensamientos que no hacen más
que hacerte daño, por lo que debes sacarlos de tu cabeza lo antes posible. Algunos
de ellos son:
- Sentimientos de culpa al salir temprano: Sientes que no cumples del todo con tu
responsabilidades laborales del todo - Nunca terminan las labores: Sientes que en todo momento tienes algo que hacer, el
trabajo no termina y el tiempo no te alcanza para todo - La ausencia maternal:
Una de las peores culpas porque no sientes que le estas dando todo lo que necesitan
tus hijos. Eso es más agudo cuando has tenido que faltar a cualquier momento de
gran importancia en su vida. - Los extrañas: Intentas
concentrarte en tus deberes laborales, pero no puedes hacerlo del todo porque extrañas
a tus hijos - No le das todo:
Sientes que tus hijos son criados diferentes, tan solo porque tu no estas o
porque vives agitada en todo momento.
Puede que esté y muchos otros pensamientos pasen por tu
cabeza, pero realmente ninguno de ellos es tan relevante como piensas. Lo mejor
es ser consecuentes con tus actos, precisamente porque siempre vas a querer los
mejor para tus hijos. Eres la mejor
madre que ellos pueden tener, sin importar las circunstancias que la vida te ha
presentado.
Aprovecha al llegar a casa
El tiempo es quizás el
peor enemigo de las madres que trabajan, pero realmente puedes sacarle mucho
provecho si lo ves desde otro punto. Debes
de comprender que cada minuto con tus hijos es valioso y que muchas veces hay
que sacrificar otros puntos de la vida. Compartir con ellos al llegar de tus
labores y el amor que les des en ese momento es precisamente lo que quedara en
sus memorias.
Han esperado a su
mamá todo el día, por lo que solo quieren de ella su atención y cuidados. Esto no quiere decir que lo estés haciendo mal, sino más
bien todo lo contrario. Ellos quieren recompensarte a su manera por tus
esfuerzos y para eso debe tomarte el tiempo de compartir, conversar y aprender
con juntos. Puede que estés agotada por todo lo involucra tu día, pero no deberías
desperdiciar estos momentos.
Madres que trabajan tengan presente estos puntos
Llena tu cabeza de
pensamientos positivos y que te ayuden a demostrar tu gran valor. Algunos de ellos son pequeños puntos que pueden hacer
que te sientas mejor a diario cuando vas a trabajar. Así mismo sirven para
mejorar tu rutina cotidiana y que puedas pasar más tiempo con tus hijos:
- Entiende que trabajar
es necesario y que no debes sentirte mal por ello. Deja de lado la culpa lo
antes posible. - Delega
responsabilidades para que no estés tan agitada y puedas pasar tiempo en
familia. - Si pasas mucho tiempo
en el trabajo puedes estar en contacto, la tecnología es muy valiosa en este
aspecto. Llámalos, escríbeles o demostrarles de alguna manera que estás
pensando en ellos. - Llega acuerdos
laborales con tus jefes que te permitan pasar más tiempo con tus hijos
Las madres que
trabajan deben tener en su mente que no son menos que aquellas que se quedan en
casa. Todas hacen una gran labor
en la crianza de sus hijos y por ello deben valorarse a sí mismas. Cada una de
sus acciones es representativa y con el paso del tiempo ellos agradecerán todo
tu esfuerzo. Hay que dejar de menospreciar lo que haces como mujer, así mismo aprender
a reconocer que todo implica un reto y que tú los estas superando diariamente
por amor a tu familia.