Hace poco se conmemoro el día de contra la violencia de género,
especialmente a favor de la mujer. Lo particular es que uno de los temas menos
hablados al respecto es lo que se tiene que vivir en este sentido en torno a la
concepción de un hijo. Las futuras madres y quienes ya lo son, pasan por diferentes tipos violencia
durante la maternidad. Muchas de ellas quedándose sin ayuda o respuestas, regularmente
para proteger a sus hijos.
Es fundamental entender que más del 40% de las madres en el mundo han tenido que soportar situaciones
de violencia. Ya sea por sus parejas, médicos o familia, en cualquier caso
no deja de ser un problema. Hay que ser consecuentes con este tipo de
situaciones y levantar la voz a tiempo para reducir el número de víctimas. No
solamente por las mujeres que ejercen su maternidad, sino por todos lo que
quieren vivir en un mundo mejor.
Todo comienza con la violencia obstétrica
En el mundo hay dos tipos de profesionales de la
medicina, los que son de vocación y los de por obligación. Particularmente en
la ginecología y en la obstétrica existen
muchos profesionales que no han entendido el valor de dar una nueva vida.
Puede tratarse de excelentes médicos, pero que no van más alla de su labor y se
concentran en lo humano.
Hay mujeres que se
quejan porque sus médicos por haber recibido malos tratos o agresiones en su
embarazo. Igualmente hay quienes
admiten que su parto, vaginal o cesárea, no fue como siempre lo soñaron. Precisamente
porque se encontraron con profesionales de la salud que no respetaron sus
deseos y que simplemente estaban “haciendo su trabajo”. A tal punto que a nivel psicológico generaron consecuencias negativas difíciles
de superar a nivel emocional.
La violencia obstétrica
comienza cuando hay una mala respuesta del médico y sus acompañantes. Igualmente al no prestar atención a las necesidades de
la madre o de su familia. Así mismo, al no tener presente sus deseos o la forma
en la que quieren tener a sus hijos. Por lo que hay que saber cómo levantar la
voz ante cualquier abuso ocurrido en este aspecto.
La violencia de género con la llegada de los hijos
Puede que la maternidad se plantee desde un punto ideal y
hasta soñado, pero lo cierto es que no es así del todo. Con la llegada de los hijos se tienen consecuencias emocionales como la
depresión, baja autoestima o desconfianza en sí misma y del entorno. Por
esta razón es fundamental que las madres tengan el apoyo suficiente durante
esta etapa, incluyendo la compresión profunda.
De no hacer esto, en definitiva habrá ciertos problemas,
sobre todo a nivel de la pareja. Por lo
que si no hay apoyo de la misma y además un maltrato constate se considera
violencia durante la maternidad. Es fundamental evitar malas actitudes después
de la llegada de un bebé y hacer de su ambiente el más saludable posible.
Violencia durante la maternidad ¿Qué puedes hacer?
Ante cualquier caso de violencia las mujeres necesitan
buscar la ayuda apropiada. Levantar la voz es esencial para reducir este tipo
de casos en todo el mundo. No estás loca, ni tampoco son las hormonas que te
han cambiado y por eso estas más sensible. Es posible que estés pasando por
problemas y por culpa de la sociedad sean normales para ti. Así que por ti y
por tus hijos debes buscar ayuda lo antes posible.
La violencia durante
la maternidad es un problema real y
que muchas veces no se tiene presente. Esto tiene como consecuencia un entorno
familiar insano para el crecimiento de los niños. Por lo que es fundamental
empezar a trabajar en librarse de este tipo de situaciones tan dañinas para todos.